Ingredientes:
- Para la base
- 200 gramos de harina
- 100 gramos de azúcar
- 100 gramos de margarina
- 1 huevo entero
- 1 cucharadita de canela
- 1 pizca de sal
- 125 gramos de azúcar
- 40 gramos de maizena
- 3 huevos
- 50 gramos de margarina
- 400 gramos de leche fría
Preparación:
Mezclo todos los ingredentes para la base y los amaso hasta que quede una textura uniforme. Unto un molde redondo con margarina y lo espolvoreo con harina. Cojo trocitos de masa, los aplasto en la palma de la mano y voy cubriendo la base del molde como si fuera un mosaico. La base debe quedar fina pero uniforme y los laterales del molde los cubro también hasta una altura de unos 2 centímetros. Cuando ya esté todo el molde recubierto, igualo el borde con un cuchillo, retiro lo que sobre y le doy forma de ondas con los dedos.
A continuación mezclo todos los ingredientes secos de la masa (la harina se puede tamizar para evitar grumos), añado los huevos, la margarina derretida y finalmente la leche fría, lo bato todo y lo vierto sobre el molde con la masa. Es importante que la levadura esté bien mezclada si no la tarta crecerá de forma desigual.
Meto la tarta en el horno a 180º una media hora (o hasta que se vea que la superficie está dorada y el borde tenga aspecto de galleta). Dependiendo del diámetro del molde la capa de relleno quedará más o menos gruesa, a mí me gusta bastante gruesa pero eso al gusto de cada uno. Eso sí, es importante que la base quede fina.
Se deja enfriar un ratito y lista para comer.
Variaciones:
Nunca he variado esta receta pero en algunas ocasiones he utilizado harina de trigo en lugar de maizena y el resultado es aceptable aunque queda más fina con la maizena.
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